domingo, 24 de marzo de 2013

Ejercicio clase. Descripción lugar con requisitos.


La dulce brisa es tan fuerte que me rompe los sentidos casi ciegos. Las  mudas calles almacenan las  historias, tan gritonas, que nunca se cuentan igual. Y tú… tú estás tan lejos que eso es lo que me hace disfrutar. Bueno, eso y la opinión del sulfuroso mariscal, que nunca le gustó esto.

La suave temperatura a la que mi áspero cuerpo empieza a funcionar es justo a la que este silencioso pueblo empieza a arder. Parece como si llevara banda sonora. Como si todos los olorosos pescadores de sueños que veo, estuvieran puestos para mi.  

A mi espalda, salada por el mar, luce el frío techo del mundo rascando la brillante barriga de las nubes descompuestas por el viento raso, fruto de las idas y venidas, antojo de la sabrosa climatología, orgullo de la amarga presión. Lugar desde donde se ve romper las olas, tan picantes, que el mar empieza a quemar a ritmo de Harper.

El mar irradia felicidad. La montaña se la roba, y en el medio yo.

Este es el ronco ritmo de aquí. 
Este es mi ciclo vital.

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